Aunque el libro fue publicado hace varios años, concretamente en el 2016, ya todos los CEO de las grandes empresas se lo han leído. Por eso es el momento de que también nosotros, los emprendedores y autónomos que debemos enfrentar la recuperación de nuestros pequeños negocios en este 2021, hagamos un serio esfuerzo por estar informados. En lugar de estar a diario pendientes de las inciertas noticias, es mejor acudir a las fuentes. La cuarta revolución industrial muestra que para esta década habrá una nueva revolución tecnológica. Es imprescindible que reflexionemos sobre si nuestras actividades futuras podrían encuadrarse o no en este escenario. En este post comentaremos los puntos más importantes que se plantean en el libro.

Klaus Shawb es Doctor en Economía por la Universidad de Harvard y también ingeniero. En 1972 fundó el Foro Económico Mundial, mientras ha seguido trabajando como profesor de economía en la Universidad de Ginebra. En esta obra hace un repaso histórico sobre en qué consiste una revolución industrial, un cambio muy profundo en todos los niveles de la sociedad fruto de un adelanto tecnológico importante para la humanidad. El libro habla en detalle de la cuarta revolución industrial –la que estamos viviendo- y las directrices que inspiran a la Agenda 2030, .

Las cuarta revolución industrial y las anteriores

La 1ª Revolución Industrial se produjo entre 1760 y 1840, como consecuencia del nacimiento del ferrocarril, la invención del motor de vapor y el comienzo de la producción mecánica.

La 2ª Revolución Industrial sucedió entre finales del siglo XIX y comienzo del XX, fomentada por el uso de la electricidad y las cadenas de montaje.

La 3ª Revolución industrial se inició en la década de 1960 y es conocida como la Revolución Digital o del ordenador: Servidores (Años 70), ordenadores personales (1970-1980) e internet (1990).

La 4ª revolución se supone que empezó en el año 2000 con el móvil, la inteligencia artificial y lo que es fundamental, el “Machine Learning” o aprendizaje de la máquina. Aparentemente el aparato que revolucionó radicalmente el mercado fue el smartphone. En el año 2011 durante la Feria de Hannover se acuñó por primera vez el concepto de “Industria 4.0”

¿Cómo afectará esto al mundo del trabajo?

En el libro aparece una comparativa para entender en pocas palabras lo que significa la transición digital: Más productividad con un menor número de trabajadores.

Un buen ejemplo de esto sería comparar Detroit (USA) en el año 1990 con Sillicon Valley (USA) en el 2014. En 1990, las tres empresas más importantes de Detroit tenían unos ingresos de 250.000 millones de dólares y daban trabajo a 1.2 millones de trabajadores. En el 2014 las tres empresas más importantes de Sillicon Valley generaban los mismos ingresos- 247.000 millones de dólares- con 10 veces menos empleados, 137.000 trabajadores.

Las innovaciones tecnológicas afectaran directamente al mundo del trabajo, principalmente por la introducción firme del trabajo “por demanda”, que se lanzará a través de una nube virtual hacia aspirantes ubicados en cualquier parte del mundo.

El modelo de negocio 4.0

El impacto de la 4ª Revolución Industrial será ampliar la digitalización a un estadio más complejo, sea cual sea el campo productivo del negocio en cuestión.

Las expectativas del cliente se están redefiniendo hacia la experiencia. Esto hace que el consumidor no se centre solo en el producto, sino en el embalaje, la marca, el acto de compra y el servicio al cliente. También los productos están mejorando debido a los datos. Se están creando además nuevas alianzas y colaboraciones entre compañías con el objetivo de mejorar la experiencia del cliente.

Las nuevas “Tecnologías Disruptivas” que vendrán

La primera y más importante son los vehículos autónomos. Aunque los automóviles son más conocidos, también vienen camiones, drones, aviones y barcos. Esto se irá implementando a medida que los sensores mejoren y se aplique la Inteligencia Artificial. En sectores como la agricultura, combinar los drones con análisis de datos, permitirá un uso más eficiente y preciso de los fertilizantes y el agua.

En segundo lugar, está la impresora 3D. La impresión 3D consiste en crear un objeto físico a través de la impresión, capa por capa, de un modelo o dibujo digital en 3D. De momento se limita principalmente a aplicaciones de la industria automotriz, aeroespacial y médica. A diferencia de los bienes manufacturados en serie, los productos impresos se pueden personalizar, cosa que los hace mucho más atractivos. Se podrán, por ejemplo, crear productos para ropa y calzado que respondan a cambios ambientales como el calor o la humedad. Se espera que para el 2025 este mercado tenga un valor de unos 537 millones de dólares.

En tercer lugar, está la robótica avanzada. Hasta ahora los robots se han utilizado en industrias muy concretas como la automotriz. Sin embargo, parece que en breve habrá una colaboración muy estrecha entre seres humanos y maquinas.

El cuarto lugar lo ocupa el descubrimiento de nuevos materiales. ¿Alguien sabe lo que es el grafeno? Se trata de un nanomaterial doscientas veces más fuerte que el acero, un conductor excepcional de calor y electricidad, un millón de veces más delgado que un cabello humano. También están los plásticos termoestables reciclables que permitirían disminuir el volumen de basura.

Como emprendedor, es muy recomendable que conozcas la tecnología más reciente y la incorpores a tu formación. Además, es imprescindible que conozcas el modelo de negocio centrado en el cliente que conlleva la cuarta revolución industrial, y también que entiendas que el futuro viene por las alianzas y colaboraciones entre empresas. Por esos y otros varios motivos, el mensaje de La cuarta revolución industrial debe ser conocido por cualquier persona que emprenda un negocio.