El entorno de crisis económica que nos rodea no ha conseguido detener las ganas de emprender de muchos españoles. Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), el 7% de la población activa de nuestro país (entre 18 y 64 años) tiene intención de abrir un negocio en los próximos años. Se trata del segundo dato más alto desde el año 2015, solo superado por el año 2019, previo a la llegada del covid. Te contamos cómo es el nuevo emprendimiento en España.

 

CONTENIDOS

Los protagonistas del nuevo emprendimiento en España

¿Cuánto cuesta ahora abrir un pequeño negocio?

Nuevo emprendimiento en España: ¿cómo se financia?

Los protagonistas del nuevo emprendimiento en España

La mayoría de los interesados en emprender son jóvenes. El 11% de los menores de 25 años contempla esta posibilidad, pero a medida que aumenta la edad, el porcentaje cae hasta el 8% entre los 25 y 34 años; el 7% entre los 25 y 44 años; el 5,8% entre los 45 y 54 y el 2,9% entre los 54 y los 64 años. Según el GEM, esta tendencia ya se venía observando desde el 2015: mientras que las ganas de emprender se han mantenido estancadas en el perfil más sénior, en las edades más tempranas se ha disparado.

A pesar de ser los más jóvenes los que reflejan mayor disposición para emprender, este grupo sigue teniendo muchas dificultades para pasar a la acción. En el año 2007, 12 de cada 100 emprendedores dieron el paso para crear una empresa, pero en el 2020 ese número cayó hasta 5 de cada 100.

No obstante, en los perfiles sénior, la cosa cambia. Los mayores de 55 apenas alcanzaron un ratio del 2% en el año 2010, mientras que en el 2020 más de 4 de cada 100 se involucraron en iniciativas emprendedoras.

El motivo de estas cifras tan bajas está claro: el miedo al fracaso y a no recuperar el dinero invertido, al menos eso es lo que manifiestan casi el 64% de los encuestados, según el GEM.

¿Cuánto cuesta ahora abrir un pequeño negocio?

Si se trata de un negocio pequeño y con pocos socios (o, incluso, uno solo), inicialmente se necesitan 3.000 euros, siempre que sea una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SL). Esto significa que los involucrados tienen que aportar una cantidad mínima a su compañía para que pueda constituirse, ya sea en metálico o en bienes como ordenadores, material de oficina, etc.
Ahora, con el proyecto de Ley “Crea y Crece” sobre la mesa, aunque todavía está en trámite, el escenario es diferente, pues se podría crear una sociedad tan solo con 1 euro. Sin embargo, el hecho de poder constituir de forma legal una empresa con una moneda, no exime a los emprendedores de una serie de gastos básicos que van desde la notaría, cuya tarifa suele rondar entre los 200 y los 400 euros, hasta la tasa de inscripción en el Registro Mercantil, con un coste aproximado de entre 40 y 100 euros. También está el alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), que conlleva un desembolso de más de 3.000 euros al año y las obligaciones fiscales, como el Impuesto de Sociedades.

Otros gastos asociados a la apertura de una empresa, y que dependen de la naturaleza de ella, son las reformas del establecimiento, el alquiler de oficinas o la seguridad social de los empleados, entre otros. Así, el GEM refleja que la mayoría de las empresas españolas que nacieron en el 2020 necesitaron al menos un total de 20.000 euros para su puesta en marcha.

Nuevo emprendimiento en España: ¿cómo se financia?

La creación de empresas en España ha aumentado un 2,6% durante el primer trimestre de este 2023, con más de 28.000 nuevas compañías según la estadística mercantil del Colegio de Registradores. Pero… ¿De dónde sacan el dinero los emprendedores? Según GEM y basándose en datos del 2020, los ahorros personales son los protagonistas del 64,5% de los emprendimientos. No obstante, parece ser que son muchos los que no cuentan con ellos y tienen que recurrir a familiares o amigos (10%), programas públicos (5%) o instituciones financieras (18%)

Según los datos del Ministerio de Industria, las PYMES y las microempresas representan el 99,9 % del tejido empresarial en nuestro país. Por eso, es importante reforzar el apoyo a estas pequeñas empresas. La mayoría de estas microempresas se dedican a servicios profesionales (61%), seguidas del comercio minorista (19%), la hostelería y la restauración (16%), el sector primario (2%) y los negocios relacionados con las nuevas tecnologías (2%).

Respecto al perfil del emprendedor, el 43% cuenta con estudios universitarios, el 21% tiene formación profesional, un 17% ha completado el bachillerato y un 16% solo tiene la educación obligatoria.

Las microempresas generaron el pasado 2022 un total de 4.866 nuevos puestos de trabajo y contribuyeron con más de 3.595 millones a la economía española. Por este motivo, es necesario seguir fomentando el nuevo emprendimiento en España y una de las claves más importantes es que los jóvenes emprendedores puedan acceder de manera ágil a la financiación que necesitan. Así, la falta de recursos económicos no seguirá suponiendo un freno para las iniciativas que tengan potencial de crecimiento.