Las vacaciones de verano suele ser sinónimo de descanso y desconexión para la mayoría de nosotros. Sin embargo, uno de cada dos autónomos en España tiene muy complicado disfrutar de un periodo de vacacional. Si eres autónomo, ya sabrás los malabarismos que hay que hacer para cuadrar entregas, horarios y pagos, antes de cortar la inercia y echar el cierre por vacaciones. La razón es sencilla, los autónomos a diferencia de los trabajadores por cuenta ajena, no cuentan con vacaciones remuneradas. Hoy te contamos cómo son las vacaciones de los autónomos en España.
Según el último informe de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), solo un 42,3% de los autónomos podrán disfrutar de vacaciones este verano. En relación al resto, el 11,5% se tomará las vacaciones en una fecha distinta a la estival, mientras que el 39% renunciara a ellas. Y aunque el Estatuto del Trabajo Autónomo contempla el derecho a disfrutar de 18 días hábiles de vacaciones al año para el trabajador autónomo dependiente- es decir, el que trabaja para un tercero- sin embargo, 8 de cada 10 autónomos de este tipo tienen menos de 15 días al año.
Aunque para la mayoría de los trabajadores autónomos es complicado hacer las maletas por unos días, existen ciertos sectores en dónde echar el cierre es más difícil. Este es el caso de los autónomos dedicados a las actividades artísticas y de entretenimiento, seguidos de los dedicados a la agricultura, el transporte y la hostelería. Por el contrario, los autónomos dedicados a actividades administrativas, financieras, inmobiliarias, técnicas y científicas, tienen mucho más fácil salir de vacaciones. Asimismo, la edad también parece influir a la hora de tomarse un descanso vacacional. En este sentido, el 43% del colectivo más joven, el comprendido entre los 25 y los 39 años, afirma que se irá menos de vacaciones. Mientras que el 45% de los autónomos entre 40 y 54 años, si tiene pensado tomarse vacaciones.
En el tema de las vacaciones de los autónomos, son muchas las cuestiones que condicionan la decisión de tomarse un descanso estival. A continuación, veremos las más importantes:
1.Mantener la condición de autónomo también en vacaciones
Muchos de los trabajadores por cuenta propia se plantean la posibilidad de darse de baja como autónomos durante el periodo de vacaciones. El objetivo es evitar el pago completo de la cuota de autónomos. Sin embargo, esto no es lo más recomendable, dado que se podrían perder bonificaciones. Si, por ejemplo, un autónomo se encuentra en el tramo de la tarifa de 60 euros – contemplada en los 12 primeros meses por la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo- al reanudarse el alta, perdería la bonificación. Eso supone que empiece a pagar una cuota de 283,3 euros para una base mínima de cotización de 944,4 euros. Además, tampoco podría deducirse gastos durante el periodo de baja.
2. Anticipación en las fechas de entrega
Muchos autónomos asumen la pérdida de ingresos durante los días de vacaciones. Aunque no siempre es del todo necesario, pues en ocasiones los autónomos tratan de ajustarse a los proyectos de los clientes. Para ello la clave está en la anticipación. Por un lado, adelantar la entrega de trabajos, pedidos, cierre de proyectos y facturación. Y, por el otro, comunicar lo antes posible a los clientes las fechas de vacaciones, para evitarles cualquier interrupción durante este periodo.
3. Aprovechar el descanso de los clientes
A veces sucede que son los propios clientes quienes facilitan a los autónomos la posibilidad de tomarse vacaciones. Durante algunos meses, como los del verano o Navidad, muchos clientes se marchan de descanso y el volumen de trabajo desciende. Estos momentos pueden servir para que el trabajador autónomo se vaya también por unos días y desconecte.
4. Desconexión, aunque sea de forma parcial
La desconexión absoluta de la actividad laboral no es precisamente fácil para prácticamente ningún trabajador, de hecho, un 30% de los trabajadores no logran desconectar de su trabajo durante sus vacaciones. Pero en el caso de los autónomos, solo uno de cada diez logra desconectar. Dedicar un rato a mirar el correo o realizar alguna llamada imprescindible, suele servir para evitar imprevistos a la vuelta, rompiendo la desconexión y el descanso.
5. La jornada del autónomo en vacaciones
No obstante, aunque para muchos no sea posible salir este año de vacaciones, lo que sí se puede hacer es ponerse una jornada intensiva durante de los meses de verano. Así, se pueden tener las tardes libres y dejar un poco más de lado las preocupaciones laborales después de un duro e intenso año de trabajo. Para los que no pueden permitirse salir en verano, esta es indudablemente la mejor opción.
Las vacaciones de los autónomos son muy diferentes a las de los asalariados, pero existen por suerte fórmulas intermedias que les permiten también disfrutar del codiciado descanso.
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