Como autónomo estás obligado a llevar tu contabilidad de una manera clara y ordenada para que después, cuando tienes que presentar tus impuestos, no tengas sorpresas de última hora. Pero no solo por la obligatoriedad debes estar familiarizado con el proceso contable de tu negocio.Gestionar diariamente tu contabilidad de autónomo te permite conocer de forma fidedigna la “salud económica” de tu empresa. Sin esta información actualizada, la toma de decisiones se torna difícil y errática. El registro contable tiene pues su incidencia en el plano fiscal, financiero y presupuestario de tu negocio.

Queremos mostrarte que tu contabilidad de autónomo es más sencilla de lo que parece… Aunque hay que seguir, claro está, los pasos que te indicamos a continuación:

1. Busca un programa digital de contabilidad de autónomo

Con esto podríamos darlo todo ya por explicado y no habría mejor argumentación. Y es que con un programa de contabilidad te ahorrarás un montón de dolores de cabeza. ¿Por qué? Pues porque te permite ir introduciendo de forma automática y ordenada, todos los datos que más tarde vas a necesitar para abordar la complejidad inherente a tu propia contabilidad –registro de ingresos y gastos, gestión de impuestos, etc.-, hasta reducirla a su expresión más sencilla.

Usar un programa digital de contabilidad es aprovecharse del arduo trabajo que realizan los ingenieros de software cada día, con la intención de facilitarte la vida y simplificar un proceso generalmente denostado por lo aburrido y pesado que le resulta a todo el mundo. En otras palabras, y para decirlo de una manera más coloquial, “Todo te lo dan masticado” Tus niveles de preocupación se reducen y la energía se deriva a otros temas más relacionados con la parte productiva de tu negocio.

Gextor Next destaca por la sencillez y facilidad con que se introducen los datos siguiendo solamente las indicaciones de la pantalla. Más tarde, el propio programa realiza de forma automática todas las operaciones necesarias para que puedas “reinar” sobre tu contabilidad. Tan solo hay que meter los datos en el programa, ¿Puede existir una fórmula más sencilla?

2. Registra tus ingresos

Como hemos dicho en el apartado anterior es solo cuestión de introducir unos datos sencillos en el programa. Pero hay que hacer hincapié en esto: Llevar el registro de ingresos significa llevar un orden en tus facturas, con una enumeración correlativa y sin saltos, ordenadas también por clientes, fecha de emisión y pagos. Y lo que no es menos importante, el seguimiento del estado de las facturas, es decir, saber si tu cliente la ha recibido, si están pagadas o pendientes de pago.

3. Registra tus gastos

Es la otra cara de la misma moneda. Ojalá todo negocio fuera solo una cuestión de tener ingresos, sin embargo, es obvio que también tiene gastos. Eso sí, aunque como autónomo no es necesario seguir una contabilidad excesivamente rigurosa, es importante controlar los gastos por categorías (gastos de oficina, costes bancarios o de financiación, impuestos, inmovilizado, etc.) Puedes inspirarte en el mismo Plan General de Contabilidad como orientación, o en las mismas categorías que te sugiera tu programa de contabilidad.

4. Registra tus impuestos

IVA, IRPF… Los autónomos como personas físicas que además realizan una actividad económica, están sometidos al pago frecuente de impuestos, por lo general de forma trimestral y anual.

Llevar un registro ordenado de estos, desde el primero hasta el último, es importante y puedes hacerlo a través de tu programa de contabilidad. Y no importa que eso de los impuestos te lo lleve una gestoría… ¡No te desentiendas del control de tu dinero!

5. Dedícale un tiempo a revisar tu contabilidad de autónomo

Además de trabajar en el programa de contabilidad más avanzado y sencillo que encuentres, es necesario no perder la visión mensual de las cuentas. Tener la información debidamente ordenada en un programa digital, puede ayudarte muchísimo a comprender los grandes números.

Si le dedicas unos minutos al final de cada mes a revisar tu actividad en clave de dinero, lo tendrás más fácil todavía. Te dará una idea de la situación de tu negocio y un mayor control sobre tus recursos. Recuerda, no hay nada más imprudente en el mundo de la actividad laboral como autónomo que tomar decisiones ignorando el resultado de tus pérdidas y ganancias.