A partir del mes de enero del 2023, los autónomos podrán compatibilizar el cobro de una prestación por desempleo con el desarrollo de su actividad, algo que en estos momentos no es posible. Esta es una de las novedades de la nueva ley de autónomos, que incorpora el nuevo sistema de cotización por ingresos reales. Te lo explicamos todo en este artículo.

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Nuevas prestaciones para autónomos

Gestión a través del móvil

El nuevo sistema de cotización para autónomos

Según las previsiones, la mitad de los emprendedores pagarán menos que ahora, sin embargo, un 25% de los autónomos mantendrá la misma cuota y el 25% restante, unos 750.000 trabajadores, tendrán cotizaciones más elevadas. La nueva ley de autónomos (Real Decreto-ley 13/2022) , que establece su inicio en enero del 2023, tendrá una cuota mínima de entre los 230 y los 500 euros mensuales. También mejorará y ampliará las prestaciones al colectivo de los autónomos, hasta el punto de que, por primera vez en la historia, con excepción del periodo de la pandemia, no tendrán que bajar la persiana de sus negocios, ni darse de baja en el RETA, para recibir una ayuda por desempleo.

Nuevas prestaciones para autónomos

Con esta nueva ley de autónomos, el Gobierno ha hecho una reformulación completa de la protección a los trabajadores por cuenta propia. Mantiene el cese de actividad ordinario e incorpora nuevas modalidades en base a la experiencia de la pandemia y del volcán Cumbre Vieja de La Palma. Así, se reconoce una nueva prestación del 50% de la base reguladora que puede ser compatible con otra actividad y que podría cobrarse durante un periodo de 4 meses a 2 años.

Para acceder a esta ayuda, el autónomo debe acreditar una reducción del 75% del nivel de sus ingresos. Si se tienen trabajadores contratados, debe existir esta misma reducción del 75% en el nivel de facturación. También es posible acceder a esta ayuda, si se poseen unos ingresos por debajo del salario mínimo o se tiene al 60% de los empleados en un ERTE. También se regula el cese temporal parcial por fuerza mayor cuando haya una declaración de emergencia y los autónomos pierdan el 75% de sus ingresos, quedándose con una renta inferior al SMI.

Además, se adapta a los autónomos la protección que proporciona el mecanismo RED, para que puedan acogerse a él de la misma manera que los asalariados. Habrá, por tanto, un RED cíclico para cuando estalle una coyuntura macroeconómica desfavorable. Siempre que el Consejo de Ministros lo active, los autónomos que cumplan los requisitos cobrarán el 50% de la base reguladora durante un año y disfrutarán de un 50% de reducción de cuotas.

También se pondrá en marcha el RED sectorial, para cuando en un sector se aprecien cambios permanentes que generen necesidades de recualificación y de procesos de transición profesional. En estos casos, los beneficiarios recibirán un pago único del 70% de la base reguladora y el pago del 50% de la cotización.

Gestión a través del móvil

Otra de las novedades que trae la nueva ley de autónomos es que podrán acceder a toda la información y realizar todo tipo de gestiones a través de su móvil. Así, a través del teléfono se podrán tramitar altas y bajas, modificar los cambios de elección de los tramos de cotización, -hasta 6 veces al año-, acceder a los datos y expediente. Por último, podrán también realizar una simulación para conocer lo más aproximadamente posible la cuota que han de pagar en función de sus ingresos reales antes de realizar un alta.

El nuevo sistema también atiende a otra de las peticiones de los autónomos: la deducción de gastos de difícil justificación, entre los que la Seguridad Social pone como ejemplo a los ordenadores, el alquiler de locales o la compra de suministros. Esta deducción será del 7% para los autónomos y del 3% para los autónomos societarios. Asimismo, podrán desgravarse un 10% de las aportaciones al plan de pensiones en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF).

El nuevo sistema de cotización para autónomos

El nuevo sistema de cotización de la nueva ley de autónomos  consiste en un modelo progresivo de cuotas que se va a desplegar a lo largo de tres años, entre el 2023 y el 2025, en el que los autónomos con menos ingresos rebajaran su cuota, mientras que se verá incrementada para los que ganen más. Así, el nuevo sistema establece 15 tramos de cotización en los que cada autónomo tendrá que insertarse en función de su previsión de ingresos, que deberá comunicar a la Seguridad Social.

La entrada en vigor de la nueva ley de autónomos se producirá el 1 de enero del 2023, con una cuota mínima de 230 euros y una máxima de 500. En el año 2024 las cotizaciones se encontrarán entre los 225 y 530 euros. Y, finalmente, en el 2025, las cuotas de los autónomos quedarán encuadradas entre los 200 y los 590 euros.

Los autónomos podrán cambiar de tramo hasta 6 veces al año, cada dos meses, en función de su previsión, al alza o a la baja, del comportamiento de sus negocios. De esta forma, al acabar cada ejercicio, el autónomo tendrá que regularizar sus cotizaciones con la Administración. Así, se tendrán que devolver o reclamar las cuotas en caso de que el tramo de rendimientos definitivo esté por debajo o por encima del indicado por las previsiones durante el año. Para valorar y analizar el desarrollo del nuevo sistema, se ha establecido una evaluación periódica cada 3 años.