Se llaman PYMES biónicas a las nuevas organizaciones en las que no hay procesos digitales aislados, sino la integración completa entre la tecnología y el capital humano. Este nuevo enfoque en el proceso productivo está demostrando más agilidad y rapidez para la innovación, más impulso para realizar actividades descentralizadas y multidisciplinares, así como tener un “go-to-market” más acelerado. Las empresas biónicas tienen una fuerte orientación a las capacidades y operan bajo el mismo modelo de los ecosistemas.

Como si se tratara de una fuerte corriente subterránea, actualmente todas las empresas se dirigen en la dirección de las PYMES biónicas, una especie de “compañerismo igualitario” entre empleados y tecnología. La pequeña empresa puede aprovechar su principal ventaja competitiva, su pequeña estructura, para acelerar este cambio. Lo que a las grandes empresas le podría suponer muchos años de trabajo, para una pequeña PYME la transición es algo relativamente sencillo, aunque depende de tener un buen asesoramiento, claridad de ideas y una meta definida. En definitiva, las PYMES podrían posicionarse como líderes en la transición entre la empresa digital y la empresa biónica. Quien así lo haga, será capaz de crear nuevas ofertas, servicios inteligentes y modelos de negocio que incluyan novedosas experiencias de cliente y relaciones personalizadas inigualables.

PYMES biónicas antes la crisis

No nos olvidemos que la principal necesidad de nuestras PYMES hoy en día es sobrevivir a la crisis, de la misma forma que cualquier organismo vivo se aferraría a la vida, es decir, adaptándose a las nuevas condiciones del entorno. Para ello las PYMES deben combinar las capacidades tecnológicas y humanas. Es lo que actualmente se conoce en el mercado como PYMES biónicas y supone el siguiente paso en la digitalización.

Las PYMES se van a ver obligadas por las circunstancias a desarrollar al máximo sus principales activos estratégicos. En primer lugar, será necesario identificar un estilo de liderazgo inclusivo y contar con todos aquellos perfiles digitales que sean necesarios. Si tenemos excelentes empleados con falta de formación en las tecnologías digitales, este es el momento perfecto para animarles a que se formen, pues en la próxima década se producirán grandes cambios en el mercado y será imposible competir si no se ha creado una organización en donde las tecnologías formen parte esencial en el proceso de producción.

Ecosistemas abiertos

En esta visión deberíamos poner como modelo las capacidades que los ecosistemas abiertos pueden aportar al modelo operativo, trabajar de forma conjunta e innovadora tal y como lo hace la naturaleza. Frecuentemente los expertos suelen comparar un sistema abierto con un coche de Fórmula 1, el cuál carrera tras carrera, se adapta al entorno en el que tiene que competir. El equipo de personas es siempre el mismo, pero los componentes del coche van cambiando. Se trata de componentes que son fáciles de sustituir, con interfaces sencillos, así como con sistemas de control y sistemas analíticos bien integrados. De esta forma, a pesar de que una parte del coche se mantiene estable, el resto de sus componentes se van adaptando. Si además se aplica una gestión eficaz de los recursos, una buena planificación y ejecución dentro del sistema, la PYME estará avanzando hacia una transformación digital correcta. A lo anterior también podríamos añadirle la necesidad de crear una cultura de aprendizaje continuo y la responsabilidad por parte de todos de alimentar una organización ágil y flexible, con el foco centrado en el cliente y con plataformas dinámicas que optimicen el retorno de la inversión.

Modelos de capitalización de las PYMES biónicas

Por último, es importante comprender que la PYME biónica incorpora tres nuevos modelos de capitalización:

El capital conductual:

El conocimiento del cliente y la hiperpersonalización, son las claves del éxito. En el mundo de la empresa B2C (aquella que tiene contacto directo con el cliente) sería necesario digitalizar cualquier punto de interacción con el cliente. Con el análisis de datos, las PYMES biónicas pueden conocer los hábitos de consumo y comportamiento de su cliente, ofreciendo experiencias personalizadas y fidelizando al mismo para su marca.

El capital cognitivo:

La capacidad cognitiva entendida como el conjunto de algoritmos que codifican los flujos de comportamiento de los individuos. Esto hace posible la automatización de los procesos utilizando inteligencia artificial y el análisis avanzado de datos. De esta manera la PYME puede responder a las peticiones de sus consumidores en tiempo real ofreciendo un servicio más ágil, mejores productos y una experiencia única.

El capital de plataforma:

Es importante digitalizar los puntos de conexión necesarios para que una PYME pueda diseñar y poner en marcha su estrategia. Esto es lo que se conoce como modelo de plataforma, donde el efecto red de datos multiplica de manera exponencial el negocio, bien sea porque origina mayores ingresos o por la inherente monetización de los datos que se generan.