La industria de los nuevos materiales de construcción crece, desde hace años, a pasos agigantados y promete convertirse en uno de los sectores de negocio más importantes en las próximas décadas. Si estás pensando en reconvertir tu actividad profesional o eres un trabajador autónomo que se dedica a realizar reformas en el hogar, no puedes dejar de leer este post. Te explicaremos en qué consiste este sector y por qué te puede llevar a ganar mucho dinero el futuro.

Con la creación de nuevos materiales de construcción, lo que se está buscando es que sean lo más sostenibles posibles, como aquellos que se fabrican con residuos. En un futuro cercano, las edificaciones construidas con materiales sostenibles y energéticamente eficientes serán las más demandadas. La preocupación por el Medio Ambiente se extiende ya a todos los ámbitos conocidos. Universidades y empresas de todo el mundo se están esforzando en diseñar innovadoras soluciones para el sector de la construcción, que se adapten a las nuevas necesidades de los edificios. Hay una gran cantidad de productos interesantísimos que todavía son prácticamente desconocidos en la actualidad. Ahora el verdadero negocio consistirá en cubrir la última milla, es decir, darlos a conocer y llevarlos hasta la casa del cliente.

Algunos nuevos materiales de construcción asombrosos

Existe un gran número de nuevos materiales destinados a la construcción, tanto de edificios como de infraestructuras. Aquí te vamos a comentar, a modo de ejemplo, algunos de los más importantes dedicados al sector de la vivienda.

1. Ladrillos fabricados con residuos

Anualmente, se fabrican 6 millones de cigarrillos y se producen 1,2 millones de toneladas de residuos en colillas. Su impacto sobre el medio ambiente es tremendo. Algunos de sus componentes, como el arsénico, el cromo, el níquel y el cadmio, entran en el suelo y dañan a la naturaleza. Con el fin de reducir el impacto de las colillas en el medio ambiente, los investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology) han desarrollado ladrillos más ligeros y energéticamente más eficientes hechos a base de colillas de cigarrillos.

2. Ventanas inteligentes

Los investigadores de la Universidad de Princeton predicen que las ventanas inteligentes del futuro podrán ahorrar hasta un 40% en costes de energía. En esta misma universidad se ha creado un nuevo tipo de ventana inteligente que controla la cantidad de luz y calor que entra en el edificio. Se alimenta con células solares transparentes que se encuentran instaladas en la propia ventana. La tecnología se aplica al vidrio en una especie de película delgada y los investigadores trabajan para desarrollar una versión más flexible, que podría fácilmente instalarse en las ventanas ya existentes. Los propietarios y los gerentes de los edificios contarán además con una aplicación en su teléfono móvil que ajusta la cantidad de luz solar que pasa a través de la ventana durante el día. De esta forma, podrán ahorrarse costes en calefacción y aire acondicionado.

3. Pintura solar

La universidad de Sheffield ha creado el primer spray capaz de transformar cualquier tipo de superficie en un panel de energía solar. Y eso es gracias a un mineral llamado perovskita, que tiene la propiedad de absorber la luz. Su eficacia es del 20%, frente al 25% que consiguen las placas solares de silicio. Sin embargo, esta diferencia en eficacia se compensa con su fácil aplicación, prácticamente sobre cualquier superficie imaginable. Otra de sus ventajas es su gran capacidad para generar energía, incluso en condiciones de poca luminosidad. Para colmo, tiene un coste inferior al del panel fotovoltaico.

4. Madera transparente

Un grupo de investigadores de la Universidad de Maryland han creado este nuevo material que podría revolucionar el diseño interior de las viviendas. Un material que va a ser muy interesante para la eficiencia energética de las construcciones. Si se coloca frente a un panel solar, se consigue absorber una mayor cantidad de luz y su eficiencia se incrementa en un 30%.

5. Tejas sintéticas

Están hechas con piedra caliza y plásticos reciclados. Son alrededor de un 50% más económicas que las tradicionales y muy sostenibles. Se les calcula una vida útil de más de 50 años y, después de ese periodo de uso, son reciclables al 100%.